Y aunque parece que el otoño se resiste en llegar, en nuestra clase han aparecido sus primeros síntomas: castañas, bellotas, hojas secas, ramitas...
Las han traído nuestros amigos y hemos aprovechado una cesta para guardarlo todo dentro y poderlo observar de cerca.
Además, nuestra columna gris de la clase se ha convertido en un gran árbol que con sus ramas marrones casi toca el techo de la clase.
Y como el árbol estaba desnudo, decidimos pintar unas hojas con los colores del otoño. Y lo hicimos con rodillo.
¡Qué divertido!
Aquí nuestros montañeros...
Además como estamos disfrutando de la música clásica, que mejor autor que Vivaldi para alegrar nuestro otoño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario