Durante casi tres meses nos ha dado tiempo para conocernos y disfrutar estando juntos. Los primeros días solo pensábamos en mamá o papá y en cuando sería la hora de irse a casa.
Ahora nos esperamos en la salida al recreo para jugar juntos, estamos un buen rato decidiendo con quien sentarnos en la asamblea o nos dan las uvas hasta que terminamos el almuerzo porque nos encanta charlar con nuestros amigos.
Y es que empezamos a sentir lo que es pertenecer a un grupo, con sus cosas buenas y no tan buenas. Con sus momentos alegres y sus no tan alegres. pero siempre de forma conjunta.
No hay nada como hacer que las cosas del día a día se conviertan más amenas cuando podemos disfrutarlas en compañía. Y eso es la socialización, y la amistad. Tan importante para los adultos, y mucho más para nuestros pequeños. Puesto que con sus primeras relaciones sociales se va forjando el carácter, desarrollando la capacidad empática y fortaleciendo la autoestima.
Somos los que somos.
Un gran grupo repleto de inocencia y simpatía, que desborda energía y ganas de aprender.
Esos somo NOSOTROS.
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